Andrés López - Fernando Chumaceiro: Palabras de un hombre para todas las madres
Fernando Chumaceiro presenta en palabras sencillas su admiración por la mujer venezolana.
Últimamente se pone en discusión en el mundo, el derecho sobre la vida en gestación, como si esto ayudara a resolver problemas como niños abandonados, padres irresponsables, maternidad infantil, entre otros graves problemas de la sociedad.
Hoy prefiero hablar del gran milagro de la vida de la cual participa la mujer como el agente por el cual llegamos a este mundo. Una mujer como la venezolana, que se entrega totalmente a la vida que ha traído o se le ha encomendado. Y lo ilustro con las palabras que Fernando Chumaceiro les dirigió a las madres en una oportunidad.
"La maternidad natural es aquella de la cual proceden los seres vivos, a la cual nada le sobra ni le falta. Todo cuanto en ella ocurre es un milagro. La maternidad por accidente es aquella conforme a la cual una mujer sustituye, total o parcialmente, las funciones propias de una madre a un ser que no ha nacido de su propio vientre."
La vida proviene de una mujer
"De los recuerdos más frecuentes que se pueden tener, es el de la madre. Hay quienes recordamos el aroma y la tersura de su piel, el amor de sus miradas, la elocuencia de sus silencios, la sonrisa de complacencia o el gesto de reproche. Frente a esos recuerdos, a medida que avanzamos hacia el inevitable destino, todos volvemos a ser niños, mental y espiritualmente. En mi caso es difícil que pase un día sin recordarla."
Es la mujer quien en la mayoría de los casos, lleva adelante con amor prodigioso la vida de quienes se le han confiado. De quienes siendo pequeños toman su mano con seguridad porque saben que pueden confiar en ella. Y en los momentos de quebrantos de salud, ella se desvela hasta bajar la fiebre, hasta sanar el alma.
Podemos pasar muchos años, pero la mujer que ha estado con nosotros cuidándonos con amor devocional, ya como hijos, sobrinos, hermanos, padres, esposos, siempre será recordada. Ser mujer y madre es un papel tan hermoso, es una misión de vida encomendada por Dios. Y no importando si está cansada, triste o enferma, siempre ella sacará fuerzas y ejercerá su misión hasta el final de sus días, no importando el esfuerzo, el sacrificio o el dolor que comporte.
"Son madres de muchos hijos, no todos nacidos de su propio vientre. Allí, en los excluidos, hay muchas mujeres abandonadas por los padres de sus hijos, que cuando mueren sus vecinas, igualmente madres solteras, se echan al hombro los huérfanos, con un admirable sentido de solidaridad humana y social, digna de ser ejemplarizado."
En nuestra Venezuela actual son muchas las mujeres de las que habla Fernando Chumaceiro; son legiones que llevan adelante una carga pesada, con hijos propios o ajenos, rodeados de límites, rodeados de pobreza. Son mujeres que no se niegan ante la exigencia o ante la eventualidad.
Son madres que luchan, trabajan para llevar sustento a sus casas y llegan a casa a seguir trabajando. No evita su responsabilidad, no se esconde, sino que afronta y se entrega diariamente, sin temor. Así son todas las madres venezolanas.