Andrés López - Fernando Chumaceiro: Fernando Chumaceiro, ejemplo de servicio

Necesitamos hombres y mujeres, humildes y sencillos como Fernando Chumaceiro, para ayudar a construir un proyecto de país distinto.

La situación actual de Venezuela, requiere los mejores gerentes y grandes asesores. Requiere de gente preparada en economía, salud, seguridad, en derecho, administración. Requiere del consenso de ideas y propuestas, de la paciencia que da la sabiduría, requiere de hombres leales, con ideales claros, con amor por el país y su gente. El país necesita de todos, hombres y mujeres que no se resignan a cambiar de terruño aunque saben que no es fácil.

Venezuela sabe levantarse como el ave fénix. No es la única vez que lo ha hecho y no será la última. Reconstruir el país debe pasar por la planificación y ejecución de planes y proyectos creados a partir del análisis de los problemas, proponiendo soluciones reales y factibles.

Venezuela necesita de todos

Venezuela nos necesita a todos

Nuestro país está lleno de gente buena, trabajadora, optimista y luchadora. El pueblo venezolano no se detiene ante la adversidad y su esperanza lo lleva a ser resiliente y creativo.

Entre esa gente buena contamos con la preparación y sabiduría de aquellos que han ejercido la función pública con honestidad y respeto. Un ejemplo de ello es Fernando Chumaceiro, quien desde su púlpito de la escritura nos alecciona sobre la historia, sobre el Libertador, sobre los ideales que sus padres sembraron en él y que él ha sembrado en sus hijos. Y que siempre ha sentido que hacer político como un apostolado y la oportunidad de hacer lo mejor por los otros.

Fernando Chumaceiro

Necesitamos hombres y mujeres, humildes y sencillos, de gestión a toda prueba, como la de Fernando Chumaceiro estando al frente de Corpozulia,  en la alcaldía de Maracaibo y otros tantos cargos de servicio más que de política.

La sabiduría, la paciencia, el ojo acucioso, la capacidad de servicio y otros dones que solo portan las personas que se han dedicado a crecer como personas a través de las experiencias que les ha presentado la vida. 

Escuchemos a estos hombres, leamos sus propuestas y sus artículos. Leamos la historia a través de sus palabras, ahora que aún hay tiempo, y proyectemos un futuro radiante y limpio de progreso y de servicio.