Andrés López - Fernando Chumaceiro: La fuerza de las palabras está en la acción que las acompaña
Las palabras suenan huecas si las acción no las acompaña.
En un país democrático, el poder expresar las ideas, debatir propuestas y puntos de vista es una oportunidad que nos puede llevar al consenso gobierno- oposición. Y, dentro de un marco eleccionario, puede dejar ver la capacidad de respuesta, la ilación de ideas, la coherencia de palabras y hasta la factibilidad de las propuestas realizadas.Pero ¿qué ha pasado en nuestro país Venezuela? Ya los debates cada vez son menos, lo únicos debates que se escuchan, es una serie de acusaciones sobre lo que se hizo, se dejó de hacer o se señala de malos manejos. Pero no se llega a acuerdos, ni a consensos
Creo que debemos retomar la calidad de los discursos en la política, la dignidad y fuerza de las palabras, dándole la oportunidad de revisar a fondo, de estudiar sus significados y sobre todo viendo de dónde vienen, quiénes la pronuncian y hacia dónde dirigen al pueblo venezolano. Una palabra puede construir o destruir.
Las palabras construyen y destruyen |
Fernando Chumaceiro, ante un debate televisado, hace unos años, expresó:
“Venezuela merece un gobierno nacional que hable menos y actúe con eficacia y eficiencia, que sustituya la palabrería por acciones que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de la población, abriéndoles canales de participación a todos los ciudadanos y particularmente a las clases sociales más necesitadas.”Las Palabras suenan huecas, si la acción no las acompaña
Las palabras se las lleva el viento, si la acción no les crea el asidero necesario para que ellas puedan germinar y dar frutos. Y tal es así, que aún hoy día, hombres y mujeres como Nelson Mandela, Wiston Churchill, Juan Pablo II, Teresa de Calcuta o Nelson Romero son recordados y tomados como ejemplos, de personas que han cambiado la vida de cientos, no solo por sus palabras, sino por sus acciones.
Y en nuestro país, personas como el Libertador Simón Bolívar, Renny Ottolina, La Madre María de san José y Fernando Chumaceiro han cambiado la vida de muchos, por sus palabras, constructoras de personas y sociedades, acompañadas de acciones siempre en beneficio de toda una sociedad, siempre con el deseo de hacer que las cosas mejoren.
Una de las razones de la democracia no es a través del discurso prometer, es llevar a plenitud esas palabras. Porque “no es suficiente tener buenas ideas, si éstas no llegan a convertirse en realidades.”