Andrés López: Chumaceiro, el hombre que trasformó la política en Venezuela
Fernando Chumaceiro es un político y abogado venezolano, que
consiguió ser electo como el primer alcalde de la occidental ciudad de
Maracaibo, en el oeste de Venezuela, llegó al poder tras las elecciones
regionales realizadas en 1989 las primeras en las que se permitió escoger
directamente al poder ejecutivo de los municipios en este país.
En la
actualidad escribe artículos de opinión para diversos periódicos y se mantiene
activo en actividades académicas.
Han pasado algunas
décadas desde que Chumaceiro marcó el hito de ser el primer alcalde de la
ciudad de Maracaibo; fue
exactamente en las elecciones regionales realizadas en el año 1989 cuando llegó
al poder con el tradicional partido Copei y desde allí vi como insistió por
conservar lo mejor posible esta capital de los zulianos.
Entrar en el mundo de la política no es cosa fácil; algunos lo califican
como una labor que salpica y arruina la reputación de las personas y sobre todo
en Venezuela,
donde tantos hombres que en algún momento se pintaron como líderes y contaron
con el respaldo popular terminan perdiendo popularidad. Pasa en Venezuela y pasa en el mundo.
Los nuevos retos
Nuestra situación actual exige prepararnos, releer la
historia a través de los hombres y mujeres que han ejercido cargos públicos,
para evitar repetir errores futuros eligiendo “la puerta equivocada”.
Debemos cerrar las puertas a lo fácil, a lo que promete
mejoras rápidas y ganancias sin esfuerzo.
Nos dice Fernando
Chumaceiro: “Al
final, los más responsables de los malos gobiernos son los electores que
votaron en favor de los malos gobernantes.
Pero no solo mi
criterio cuenta a la hora de hablar de Chumaceiro, múltiples son las cartas que
se han hecho públicas y han sido dirigidas a este abogado, una de ellas
publicada en el Diario La Verdad donde se puede leer:
“Tu fuiste alcalde cuando yo gobernadora, luego competimos por cargos y, aunque veníamos de esquinas diferentes, en aquel mundo más decente, nunca tuviste palabras altisonantes contra mí. Siempre fuiste un caballero (uno de los últimos que aún me abre la puerta del auto para que yo entre), culto, distinguido, enamorado de Maracaibo. Ciudad que tenía un duende, decías con razón. Dimos lo mejor de nosotros y somos los mejores amigos”.
Elegir es más que gustos por colores, por formas de decir las
cosas, o el afán de ganar optando por la opinión de la mayoría. Esta es la puerta grande. Elegir requiere estudiar la
historia y las oportunidades.



