Andrés López : Fernando Chumaceiro, 87 años conservando su vocación por el servicio público
La confianza depositada
en Fernando Chumaceiro, nacido en esta ciudad de Maracaibo
en 1931 y egresado de la Universidad del Zulia con el título
en Derecho en medio de una tensa época estudiantil, orientado
a ayudar a la colectividad y dispuesto a brindar soluciones y
atenciones a la ciudadanía, tal como lo ha manifestado en una de sus tantas
entrevistas a medios impresos.
“Los estudiantes de mi tiempo
eran contestatarios al pérez-jimenismo. Tanto así que en mi primer año, a mi
izquierda se sentaba Douglas Bravo y a mi derecha Alfredo Maneiro,
que luego se convirtieron en políticos y ex-guerrilleros. A mí no
me interesaba la política pero sí sentía que, por haber estudiado gratis en una
universidad durante cinco años, sin que mis padres tuvieran que pagarme nada
más allá de los libros que necesitaba, me creaba una deuda que deseaba abonar y
eso me llevó al servicio público”.
A pesar de esto, el deseo
de Chumaceiro por ayudar a su gente lo llevó a asumir la Alcaldía de
Maracaibo y hasta el último día de su estadía en el cargo demostró ser
un alcalde dispuesto a resolver las necesidad de la colectividad “Traté
de ser un alcalde para todos, no para un partido ni unas clases
determinadas”.
Entre los avances ofrecidos
en su gestión se evidenció la primera red de transporte con la que contó
Maracaibo “Eran autobuses Mercedez-Benz, cero kilómetros. Algunos
concejales nos advirtieron que no debíamos aumentar las tarifas porque
eso traería como consecuencia castigo en votos en las próximas elecciones, pero
si no las aumentábamos los dueños de los autobuses no podían mejorar sus
vehículos. A mí no me importaba no seguir siendo alcalde, mientras fuera por
el bienestar común”.
Para el 89, en Maracaibo el pasaje había aumentado,
algo que para la población fue un hecho escandaloso, pero no faltó
mucho para que la ciudadanía se diera cuenta de las ventajas que traería la
inclusión de nuevas rutas en la ciudad marabina “la gente que,
al principio se resistía, se dio cuenta en un tiempo muy corto que ahora tenían
más rutas, que podían trasladarse cómodamente y que ya no tenían que tomar
los carritos por puesto”.
Años más tarde, la gestión
de Chumaceiro ha dejado huellas y sobre todo una valiosa lección para futuros
alcaldes de la ciudad, “El gobierno está para servir y no para ser
servido”.